¿Qué tipos de pilas existen?

Actualmente, podemos encontrar una amplia variedad de pilas en el mercado. En este artículo te explicamos cuántos tipos hay y su utilidad según tus necesidades.

Tipos de pilas de energia

Los distintos tipos de pilas 

 

Existe una gran variedad de pilas. Su tamaño, su composición, su voltaje o la posibilidad de recargarse son algunas de sus características. 

 

Pilas no recargables

 

Las pilas no recargables son las pilas más comunes, podrás encontrar muchos tamaños y formas. Según con composición, encontramos pilas salinas, alcalinas o de litio.

 

Pilas de botón

 

Son las pilas de tamaño más pequeño. Además, su rendimiento está muy optimizado: tienen una alta densidad de energía, su descarga es inferior a un 1% al año, son muy económicas, su descarga de voltaje es uniforme, son muy estables ante cambios de temperatura y no se recalientan. Por eso tienen mucha versatilidad y numerosas aplicaciones. Suelen usarse en relojes, audífonos, ordenadores, aparatos médicos o marcapasos. Según su composición, podemos clasificarlas en alcalinas, de litio, de óxido de plata y zinc-aire (las que usan habitualmente los audífonos, que cuentan con una lengüeta para facilitar su instalación).

 

Existe una gran variedad de tipos de pilas de botón, por eso es preciso atender las indicaciones del fabricante para encontrar la pila adecuada.

 

A pesar de su tamaño, son capaces de contaminar unos 6.000 litros de agua, según datos de la Fundación Ecolec.

 

Baterías 

 

Debemos aclarar la diferencia entre una pila y una batería, ya que muchos fabricantes y comercializadoras denominan batería a las pilas por una traducción incorrecta del inglés, donde ambos términos son recogidos en la palabra “battery”.

 

Diferencia #1: una pila va agotando su carga y no se pude volver a cargar, a diferencia de una batería, que si se conecta a corriente eléctrica vuelve a cargarse. Por eso, en muchos textos en inglés hacen la diferencia entre “battery” y “rechargeable battery”. Hay que hacer hincapié en que las pilas no deben nunca recargarse y que hacerlo puede entrañar graves peligros.

 

Diferencia #2: una pila siempre mantendrá su carga si no se utiliza, a diferencia de una batería, que tiende a perder su carga a lo largo de tiempo.

 

Pilas recargables

 

Este tipo de pilas suele ser más caro, pero al tener la posibilidad de recargarse implica un ahorro además de reducir la cantidad de residuos que se generan. Hablemos de las pilas recargables más habituales.

 

NiCd

 

Las pilas recargables de níquel-cadmio tienen un rendimiento poco optimizado, ya que su recarga suele presentar problemas (el efecto memoria, con cada recarga se reduce el voltaje o la capacidad, dificultando gradualmente el uso del 100% de su energía) y cuenta con cadmio en su composición, que es un elemento muy contaminante. Por todo ello, cada vez se usan menos, a pesar de que a priori presentan mayor número de recargas potenciales que otros modelos de pila recargable.

 

NiMH

 

Son pilas recargables de níquel-metalhidruro, con alta densidad energética. Además, el efecto memoria apenas tiene impacto en este modelo. En contrapartida, tienen una tasa de autodescarga mayor que las pilas recargables NiCd, por lo que se indican para aquellos aparatos que efectúan consumos continuos y no intermitentes o esporádicos.

Hay que tener en cuenta que existe una versión de baja autodescarga de estas pilas recargables, llamadas LSD-NiMH, que salvan esta debilidad.

 

La recarga de este tipo de pilas ha de efectuarse con cuidado, ya que su velocidad de carga es baja y tienden a recalentarse. Los cambios de temperatura pueden afectar a su rendimiento. Por ello, han de recargarse en un dispositivo capaz de identificar la carga máxima y detener el proceso, de otro modo el recalentamiento podría provocar que el electrolito se escape.

 

Li-ion

 

Esta denominación hace referencia a las pilas recargables de litio, es decir, las baterías que tienen los teléfonos móviles. Por su alta densidad energética, sus reducidas dimensiones, su escaso peso y su baja tasa de autodescarga son versátiles y su uso en móviles hace que se estén desarrollando cada día más mejoras técnicas al respecto. No obstante, su proceso de fabricación es más caro y sus ciclos de carga todavía presentan un alto margen de mejora respecto a otras pilas recargables.

 

Recomendaciones de uso

 

En este listado encontrarás algunas recomendaciones de uso de pilas:

 

  1. Siempre es necesario seguir las instrucciones del fabricante del dispositivo en el que vamos a colocar las pilas, así como las instrucciones del fabricante de las pilas. 

  2. En el envase de las pilas encontrarás información como sus características o la fecha de caducidad.

  3. Fíjate en las instrucciones de colocación de las pilas: si no colocas la polaridad de manera correcta, puedes provocar un daño en tu dispositivo.

  4. Si no vas a usar el aparato en un largo periodo de tiempo, retira las pilas para que no se descargue o sulfaten.

  5. Cuando saques las pilas, almacénalas en un lugar seco, lejos de temperaturas extremas y fuera del alcance de niños o animales.

  6. Procura no mezclar pilas que hayan tenido distinto uso: mezclar pilas nuevas con pilas usadas disminuye el rendimiento de las primeras.

  7. Comprueba que son pilas recargables o no recargables. No pongas a recargar pilas recargables, ya que es peligroso. Si son pilas recargables, sigue siempre las instrucciones y no intentes usar el aparato de recarga de un modelo para otro que no sea compatible.


  8. Una vez se haga agotado tu pila, deposítala en un punto habilitado para ello: encontrarás espacios en grandes superficies o en puntos de reciclaje. Recuerda que contienen elementos contaminantes y tóxicos, como el mercurio, cadmio, níquel, litio, plomo, manganeso o zinc.