Ventiladores: todo lo que necesitas saber

Los ventiladores son una opción para decir adiós al calor. Te contamos más sobre estos aparatos.

Desde que el norteamericano Schuyler Skaats Wheeler inventó el ventilador en 1886, son muchos los hogares que recurren a él cuando las temperaturas están en ascenso.

Arrancamos enumerándote las ventajas de los ventiladores frente a otros sistemas.

 

1. Son más económicos que los aires acondicionados

 

Los ventiladores son mucho más baratos que los aparatos e instalación de aire acondicionado. Además, su consumo se sensiblemente menor. Por ejemplo, un ventilador de pie tiene una potencia aproximada de 0,9 kW. Si hablamos de un ventilador de techo, la potencia se reduce a 0,6 kW. Para que te hagas una idea, un tostador o una lámpara tienen una potencia similar. Un aire acondicionado para refrigerar una habitación de 8 metros cuadrados tendría una potencia de 1,5 kW. Desde el punto de vista de la eficiencia energética, los ventiladores son mucho más recomendables.

 

2. Son fáciles de instalar

 

Los ventiladores, a diferencia del aire acondicionado, tienen una fácil instalación. Los ventiladores de pie y de columna sólo necesitan un espacio para colocarlos y un enchufe para conectarlos. Algunos ventiladores se pueden instalar en la pared gracias a un soporte, por lo que únicamente necesitarás un taladro, una broca, tacos y unos tornillos para dejarlo bien fijo.

También tienes la posibilidad de instalar ventiladores de techo, que se instalar como si fueran lámparas. Al igual que en el anterior caso, el taladro, la broca, los tacos y los tornillos te ayudarán a fijarlo.

Los aires acondicionados necesitan preparar una instalación de ventilación en la vivienda, con un equipo en el exterior, si es general. Si optas por un aparato para una habitación concreta, es necesario fijar los dos equipos y dotar de salida al exterior. La instalación es, por tanto, mucho más compleja y costosa.

Por último, en el caso de los ventiladores de pie o las columnas, hay que destacar que son portátiles, con la ventaja de poder transportarlo de una estancia a otra o incluso a otro inmueble.

 

3. Su mantenimiento es sencillo

 

Mantener el ventilador limpio, con la ayuda de una bayeta húmeda y algún producto de limpieza eventualmente, es un proceso muy fácil y rápido. Tampoco requieren revisiones de técnicos.

Los aires acondicionados conllevan la limpieza frecuente de filtros, entre otras intervenciones en el mantenimiento.

 

4. Son más saludables que el aire acondicionado

 

Los ventiladores se limitan a mover el aire, potenciando la sensación de frescor. Por ello, carecen de la potencia de refrigeración de los aires acondicionados. Estar expuestos a los aires acondicionados pueden provocar dolencias como dolores de cabeza o contracturas.

 

5. Son decorativos

 

Puedes elegir el modelo de ventilador adecuado para el estilo de tu estancia.

 

6. Son versátiles

 

Cada tipo de ventilador se puede adaptar perfectamente a un espacio y función determinados. Su tamaño y su potencia son aspectos que tener en cuenta cuando hay que elegir un modelo.